Agatha Christie: una personalidad compleja
Sorprende la caligrafía caótica y desorganizada de Ágatha Christie que se observa en los manuscritos, pues revela aspectos de su personalidad nada acordes con sus obras; sobre todo si pensamos en la definición organizada y coherente que de sus personajes hace en sus ingeniosas novelas. Diría, sin temor a equivocarme, que lo que le llevó a escribir sus geniales obras llenas de orden y sutileza intelectual, fuera precisamente la necesidad de organizar su propio interior a través de la escritura. Y esto lo deduzco tras el análisis de su letra y el estudio grafológico de algunos manuscritos suyos. Detallo a continuación sus aspectos más relevantes.
En el aspecto de la personalidad, Ágatha se muestra como una persona muy emotiva, de temperamento predominantemente nervioso, con gran viveza emocional y sensibilidad, que, sin embargo, es capaz de regularse con cierta racionalidad en su manera de sentir, según nos cuentan algunos rasgos de su escritura. También se revela que es perfectamente capaz de dominarse a sí misma, pero le gusta más dejarse llevar y ceder a los impulsos. Tiene un carácter variable e impresionable y con un cierto grado de introversión. Se confirman en sus rasgos un refinamiento y sensibilidad en sus maneras de abordar el mundo, pero queda también palpable su inquietud e impaciencia en muchos momentos.
En el aspecto intelectual, se observa una gran agilidad y rapidez mental, con gran actividad de ideas y creatividad puesta al servicio de la razón y la lógica. Sin duda era una mujer muy inteligente, perspicaz, dada a la ductilidad en el pensamiento y creatividad, como así lo corrobora su producción literaria.
En cuanto al aspecto social, no fue una persona de carácter fácil ni domesticable, más bien todo lo contrario, mucha inestabilidad y cambios drásticos de humor. Fue lo que llamamos un espíritu libre que amó la libertad, y esto se refleja significativamente en su letra. Vemos en ella su dificultad para aceptar las normas y reglas que le impone la sociedad de la época en la que vivió, pero también su capacidad de asumirlas como algo inevitable. Su manifiesta rebeldía y tortura interior queda patente en su caligrafía, y es posible que fuera lo que le impulsó a escribir. A la vez, es una persona contradictoria que adora la intriga y el no verse demasiado expuesta a los demás (introversión). También se observa algunos puntos de excentricidad, tal vez motivados por el espíritu indomable que poseía. Era una persona que no pasaba desapercibida, pero, a pesar de todo ello, tenía la capacidad de dominar socialmente su propia esencia rebelde, es decir, poseía esa capacidad para ser rebelde y al mismo tiempo saber comportarse en sociedad cuando así se requería. Como he comentado, a veces podía llegar a mostrarse algo excéntrica en momentos puntuales. Era inconformista.
Recuerdo el episodio de su desaparición y, atendiendo a lo que revela sobre ella su escritura, no es nada extraño que ocurriera. Sucedió cuando vivía en Sunningdale, el 3 de diciembre de 1926. Su coche fue encontrado abandonado cerca de un lago en Surrey, pero de ella no había ni rastro. Se comenzó una búsqueda e investigaciónen policial, y también abundaron las teorías y especulaciones. Se dijo que se había fugado por problemas domésticos, también que podría ser una artimaña publicitaria, incluso se llegó a decir que se había suicidado… lo cierto es que apareció días después sana y salva en un Spa de Harrowgate, donde se había alojado con un nombre diferente y había permanecido desde el primer día de su desaparición. Allí fue reconocida por uno de los huéspedes del hotel. Ella dijo que sufría amnesia y que no recordaba cómo había llegado hasta allí ni quién era. Nunca se llegó a saber la verdad sobre aquel episodio, a pesar de todas las teorías y especulaciones, sin embargo y atendiendo al análisis de su personalidad, este hecho coincide plenamente con su carácter, y pudo ser un hecho deliberado, provocado por un impulso excéntrico que le llevó a una especie de huida ficticia como rebelión; una manera de liberarse de algo que habitaba en su interior en esos momentos, fuera o no consciente, o quizás solo quiso vivir en carne propia alguna de sus fantasías literarias con el fin de experimentarlas.
En definitiva, una mujer muy diferente a los personajes que creó, tan atentos al orden y las normas sociales, por no decir opuesta totalmente. Inteligente y de difícil carácter que, sobre todo, influía sobre su relación consigo misma y allegados, pero socialmente capaz de disciplinarse cuando la situación lo requería.
Amparo Andrés