La Pericia calígráfica, también llamada Grafística, se define como un sistema de técnicas de base grafológica aplicadas para identificar la autoría de unos grafismos por medio del cotejo de documentos.
El perito calígrafo forense lleva a cabo un análisis concienzudo basado en estas técnicas (grafonomía) a través del cotejo de documentos con las herramientas apropiadas para cada caso a fin de dictaminar la autoría de un escrito y/o la autenticidad o falsedad de un autor cuestionado de unos grafismos en un documento. En la especialidad de grafopsicología se estudia también los rasgos de la personalidad del autor según sus características gráficas.
Aplicación de técnica grafológica en la pericia calígráfica
La Grafología es una técnica que indaga en la escritura de una persona para encontrar claves que revelan una manera de ser en el mundo, de relacionarse con los demás y de las posibles tendencias que una persona tiene en su devenir cotidiano. Su técnica se basa en el análisis de determinados parámetros que revelan características de la personalidad del escribiente. Estos parámetros han sido definidos y clasificados por diversos grafólogos, psicólogos y estudiosos a lo largo de la Historia, y se basan en el método estadístico y científico.
Cuando aprendemos a escribir, se nos introduce en un modelo caligráfico común para todos, pero con la práctica y el desarrollo personal, este modelo va tomando una forma propia y personalizada según varios factores como la formación, la capacidad artística, el tono muscular, nuestro propio cerebro, etc… este alejamiento del modelo oficial es lo que hace que nuestra escritura sea única y se vaya convirtiendo en un hábito automático muy difícil de controlar. Aunque con el tiempo haya una evolución en la escritura personal, los rasgos intrínsecos que la caracterizan se mantendrán siempre, pues son imposibles de cambiar, ya que dependen del cerebro y en él se generan las órdenes motrices que llevan a la escritura: se trata de nuestra génesis escritural, que puede ser medida y analizada. Es bajo esta premisa que trabajan los peritos calígrafos ayudándose de la Grafología.
Como afirma Robert Saudek, grafólogo Checo y fundador de la Sociedad de Profesionales de Grafología en los Países Bajos, «nadie puede imitar al mismo tiempo todos los elementos de la escritura: la riqueza y variedad de formas, tamaño, enlaces, inclinación y presión…»
A continuación exponemos resumidos los principios de la Pericia caligráfica; dichos principios han sido ratificados y establecidos por dos de los mejores Peritos calígrafos y Grafólogos de España a día de hoy: nos referimos a Mariluz Puentes y a Francisco Viñals. Estas «leyes» son básicas y de ellas se originan todos los principios de grafística para la identificación y estudio de la autoría de escrituras.
• Con el hábito de escribir, la forma se separa del trabajo caligráfico puramente mecánico y la escritura se modifica produciendo detalles más personales y absolutamente inconscientes (H. Michon).
• El Yo consciente produce elementos de control y restricción gráficos que generan inseguridad, lentitud, vacilación y/o torpeza gráficos, así como la pérdida de ritmo (inhibiciones, brisados, apoyos, retoques, etc.) mientras que la actividad inconsciente o subconsciente, personal y espontánea, tiende a liberar el movimiento gráfico exteriorizando la dinámica de las tendencias psíquicas personales (expansividad, agilidad, fluidez, ritmo, etc.).
• Ninguna persona puede cambiar simultáneamente todos los componentes, variables o parámetros de la escritura propia o ajena, pues nadie tiene la capacidad suficiente de atención, destreza y control de reflejos para imitar con naturalidad, espontaneidad y serenidad una firma o escritura dadas por la dificultad de reprimir los impulsos psíquicos y automáticos grafomotores que plasman los propios hábitos de la personalidad gráfica.
• Las características esenciales del ritmo personal, así como las alternancias intrínsecas de movimiento, presión, trazo, rapidez, espaciamiento, formas de coligamiento tienden a ser conservadas en el mismo individuo, manifestándose en alto grado de constancia.
• Las características generales y los gestos gráficos no pueden ser fácilmente modificados por el órgano inscriptor, ya sea la mano izquierda, los pies o la boca, si se encuentra suficientemente entrenado para su función, ya que la escritura depende directamente del cerebro.
• En la actividad de falsificación o autofalsificación con fines fraudulentos, el cerebro sufre un notable «shock» neuronal y nervioso en función de inhibiciones forzosas que alteran la escritura acompañadas frecuentemente de signos de ansiedad, nerviosismo o agitación que se reflejan en el escrito.
En lo que respecta a la praxis pericial calígrafa, la ciencia grafológica nos ayudará en la determinación de la autoría de documentos o firmas dubitadas, al darnos claves de personalidad que completarán un exhaustivo estudio técnico, pues nos hablan de características personales que se pueden cuantificar y determinar a través del método científico, comparando los textos indubitados con los dubitados. Esto facilita el estudio en los casos en los que la falsificación fuera difícil de detectar. Apoyarse en ella va a resultar imprescindible para poder dar un resultado profesional y fiable al cien por cien.
En definitiva, la Grafología hoy se hace necesaria como herramienta de trabajo por todas las prestaciones y beneficios que nos aporta en numerosas áreas.